Wednesday, October 08, 2008





E n medio de toda esa ruidosa epopeya imperial se

ve flamear esa cabeza aterradora, ese enorme pecho

surcado de ralámpagos, el hombre-falo, perfil augusto y

cínico, mueca de titán espantoso y sublime; en esas páginas

malditas se siente circular como un escalofrío de infinito,

se siente vibrar sobre esos labios quemados como un soplo

de ideal tormentoso. Aproximaos y oiréis palpitar en esa

carroña cenagosa y sangrante arterias del alma universal,

venas hinchadas de sangre divina. Esta cloaca está amasada

con azul de cielo; hay en esas letrinas algo de Dios. Cerrad

los oídos al choque de las bayonetas, al gañido de los cañones:

apartad la vista de esa marea oscinalente de las batallas

perdidas o ganadas; entonces veréis destacarse de esa sombra

un fantasma inmenso, deslumbrante, inexpresable; veréis

asomar por encima de toda una época sembrada de astros

el rostro enorme y siniestro del marqués de

Sade.







Swinburne.










Friday, October 03, 2008







Crippled emotions. Cada vez que menciono ( explico!) una emoción, coartada en el intento de decir lo indecible, se atora todo el proceso que la conducía. La emoción, el sentimiento amoroso, queda completamente invalidado, como una broma ridícula, una abstracción que sale de mi boca en forma-obturación.
Es cierto e irreversible, pero no mágico. Las emociones débiles deben ser cuidadas, deben ser preservadas, hasta entonces. Hasta tanto.
Con silencio, con ausencia de juicio, con tiempo.
Y en algunos casos, con olvido.