Wednesday, October 08, 2008





E n medio de toda esa ruidosa epopeya imperial se

ve flamear esa cabeza aterradora, ese enorme pecho

surcado de ralámpagos, el hombre-falo, perfil augusto y

cínico, mueca de titán espantoso y sublime; en esas páginas

malditas se siente circular como un escalofrío de infinito,

se siente vibrar sobre esos labios quemados como un soplo

de ideal tormentoso. Aproximaos y oiréis palpitar en esa

carroña cenagosa y sangrante arterias del alma universal,

venas hinchadas de sangre divina. Esta cloaca está amasada

con azul de cielo; hay en esas letrinas algo de Dios. Cerrad

los oídos al choque de las bayonetas, al gañido de los cañones:

apartad la vista de esa marea oscinalente de las batallas

perdidas o ganadas; entonces veréis destacarse de esa sombra

un fantasma inmenso, deslumbrante, inexpresable; veréis

asomar por encima de toda una época sembrada de astros

el rostro enorme y siniestro del marqués de

Sade.







Swinburne.










1 comment:

estoNOesarte said...

"hay en esas letrinas algo de Dios"

che me encanto lo q escribiste, me vas a serruchar el piso eh!jjeejej

no podes ser tan multifacetica pendeja!jejej
te mando un besote!!
(tu compañerita cruzada!!!)